narracion grafica

Grupo de estudio desarrollado con base en los elementos formales y conceptuales del lenguaje de la narracion grafica y su impacto en la sociedad de la informacion actual, dentro de sus premisas, la principal preocupacion es generar una conciencia frente al mismo

Wednesday, October 04, 2006

Alan Moore, la reinvencion del medio grafico

[Grupo de estudio de narración gráfica]
Protocolo de reunión 002
Alan Moore y la renovación del comic
Reseñado por:
Michael Valero
Eduardo Vázquez
Giovanny Ospina
Redactado por Carlos Martínez

1. Introducción

La segunda reunión del grupo de estudios se enfocó en la obra del guionista Alan Moore. Considerado el escritor más importante del mainstream en inglés, este autor es también uno de los responsables de la renovación del componente argumental y narrativo del comic convencional. Empezando con su serie Swamp Thing hasta llegar a las series cortas Watchmen, V for Vendetta y From Hell, su propuesta se enfocó en la construcción pausada y progresiva del protagonista y la carga de información contextual en sus historias. Tanto así, que puede suponerse que en sus obras la ficción belicista de superhéroes es prácticamente una excusa para plasmar problemáticas de orden moral que afectan a individuos y comunidades haciendo uso de la narración gráfica.

2. Los protagonistas

Lo primero que debe decirse de Moore es que su aproximación al héroe tiene como resultado precisamente lo contrario. Al enfocarse en la edificación de un carácter verosímil en lugar de en atributos secundarios, sus protagonistas, sin ser necesariamente antihéroes o individuos débiles, se convierten en vehículos de comunicación de gran capacidad reflexiva. Es conveniente profundizar lo anterior, con descripciones detalladas de los protagonistas de sus obras más destacadas.
Rorschach (Watchmen): personaje principal de su éxito de 1983, es a la vez victima y justiciero. Walter Joseph Kovacs, su verdadera identidad, es un hombre de corta estatura y expresión retraída. Agobiado por el desprecio de una madre soltera irresponsable y los constantes abusos de sus vecinos, aparece en escena como un niño sin esperanzas. Convertido en un adulto disfuncional, decide tomar el camino de la justicia hecha por propia mano tras enterarse de la violación y asesinato de una joven en Nueva York, frente a docenas de testigos. Armado de su propia fuerza física e instinto (por de más naturales), algunos artefactos de apoyo y su mascara, que cambia de forma de acuerdo a su estado de animo (de ahí su nombre), se lanza a la caza del crimen sin mucha fe en la ciudadanía a la que pretende defender. Su transformación final ocurre años después, mientras investiga el homicidio de una niña previamente secuestrada. Al conocer los detalles escabrosos de su muerte, se convence definitivamente de la incapacidad del hombre para la bondad y consume su identidad como individuo, convirtiéndose permanentemente en su personalidad de vigilante. Además de actuar como una parodia de las motivaciones ideológicas del superhéroe y su imposibilidad, Rorschach es en sí mismo la representación de distintos estadios de miseria social contemporánea.
Dr. Manhattan (Watchmen): un superhéroe más convencional (obtiene sus extraordinarios poderes por un típico accidente en un laboratorio de física), es sin embargo un personaje que presenta un perfil psicológico bastante trabajado. Convertido en la nueva superarma de la administración Nixon contra el avance del comunismo, Manhattan es incapaz de asimilar totalmente los drásticos cambios en su entorno y en su propia vida. Manipulado por el gobierno y los medios, incapaz de recuperar la simplicidad de su antigua ser, encuentra como única solución la adopción de una postura relativa frente a la vida y la moral social. Conciente de un orden universal superior a las limitaciones del hombre, se abstrae de la inmediatez del presente y los problemas que conlleva.
El comediante (Watchmen): representante de la derecha tradicional norteamericana, motivado por el individualismo a través de la agresividad, el comediante es la representación de la moral del héroe clásico, como brazo armado de un sistema de gobierno, seguidor estricto de un código limitado de valores.
Búho Nocturno (Watchmen): un personaje que actúa como contrapeso a la carga argumental de los demás. Excluido del sistema cerrado de valores morales que algunos de sus compañeros siguen, Daniel Dreiberg es capaz de regresar a la vida civil con relativo éxito. Originalmente un héroe por adición de componentes (similar a Batman), abraza la vida de un hombre adulto convencional y sus pequeñas miserias: soledad, despropósito, aumento de peso y frustración sexual y emocional (en buena parte producto de lo anterior).
Ozymandias (Watchmen): proyectando una imagen de liderazgo y auto confianza, siendo dueño de poderes extraordinarios usados con moderación, Adrian Veidt (su nombre civil) es un personaje de corte tradicional, similar a Superman. Convertido en empresario tras abandonar su alter ego justiciero, se convierte en un símbolo de éxito y cambio. Aún así, este personaje aparentemente simple esconde una faceta amoral, que concibe la idea de hacer el bien a través del mal en función de propósitos superiores.
Ms. Juxpectyc/Silk Spectre (Watchmen): rostro femenino de la historia. Madre e hija respectivamente, entre ambos personajes existe un conflicto generacional que trasciende el contexto ficticio de la historia y que toca los roles de la mujer en distintos momentos históricos. Como mujer de la época de oro, Juxpectyc (madre) hace parte de una forma de pensar y actuar desaparecida. Acepta su papel de heroína en su totalidad y ve en esta fase de su vida los mejores momentos de su juventud pasada. Incluso es capaz de restar importancia a la agresión sexual de la que fue víctima (por parte del comediante), hecho que supera con estoicismo. Por otra parte, su hija Laurie (Silk Spectre) es una mujer que rechaza los roles preestablecidos y se niega a aceptar la imposición de una doble identidad en función de causas de las que no hace parte. El intento de violación del que fue víctima su madre es un acto repulsivo que no merece perdón y aún cuando no es ella quien lo padece, muestra más rechazo que su madre frente al incidente.
“V” (V for Vendetta): el antihéroe de la epopeya futurista de Moore, “V” es ante todo la expresión de la retribución individual en medio del autoritarismo. Villano sin rostro, convertido en salvador de la conciencia del pasado, erradicada por la estandarización fascista del pensamiento. Uno de los personajes más complejos y controversiales del autor, es una alegoría polivalente sin una identidad definida. Como emblema del pasado muestra una faceta conciliadora, a la vez que propaga la anarquía, tanto como una objeción de conciencia y como el empleo indiscriminado de la violencia.

3. Contexto

Como autor, Moore demuestra un marcado interés en la vinculación de sus historias con situaciones reales en el panorama sociopolítico y cultural de su país. Para conseguirlo, se vale además de la literatura británica (en especial de la época victoriana) y de iconos reconocibles de la cultura popular. Ésta asociación entre un contexto bien documentado y un elenco verosímil ha caracterizado su escritura por décadas, dotando de un perfil serio a su cuerpo de trabajo.
Watchmen plantea un presente (1983) al borde del caos. Nixon ha modificado la constitución y es reelegido para un tercer período presidencial (nunca ocurre el escándalo Watergate). Vietnam no es el espectáculo de barbarie explotado por la contracultura, sino el recuerdo pasado de una guerra ganada (gracias a la ayuda del Dr. Manhattan). Ahora, tras la invasión de Afganistán y la inminente incursión militar comunista en Pakistán, las tensiones entre la Unión Soviética y Estados Unidos llegan a niveles críticos, amenazando con el estallido de la temida guerra nuclear. Mientras tanto, los antiguos Vigilantes (parodiando a congregaciones de héroes como Justice League) hacen esfuerzos para integrarse a la vida civil tras ser desmantelados en 1977 por un acta senatorial, motivada por las presiones de la ciudadanía, que se moviliza en protestas masivas contra sus antiguos defensores. En la Norteamérica de principios de los ochenta impera un ambiente de tensa calma. Los males sociales en todos los niveles, desde la psicosis homicida hasta el cinismo juvenil, han hecho parte de la vida en comunidad, antes y después de los superhéroes, y su accionar no pudo ni supo corregir tales desviaciones. La ausencia de los justicieros en mallas parece un mal recuerdo, como si su existencia nunca hubiera tenido importancia.

En V for Vendetta, tras una devastadora guerra nuclear a escala mundial (el tema es recurrente en las primera obras de Moore), Inglaterra desciende hasta la anarquía. En medio del caos político y la ausencia de autoridad, aparece un nuevo partido de ultra derecha que promete restaurar el orden. Tras hacerse con el poder, dan inicio a una ola de represión que acaba con las libertades individuales, la oposición política y las minorías étnicas y sexuales, estableciendo un régimen del terror. En este panorama desolador hace su entrada “V”, como una figura de caos que pretende destruir el nuevo orden para restaurar una forma de vida pasada y mejor. En la construcción de su visión futura de Inglaterra, Moore se valió de las políticas del régimen Tatcher, como referencia directa y de la novela 1984 de George Orwell, para dar forma a las particularidades contextuales de su obra. Fue Orwell quién planteó originalmente la idea de un régimen totalitario de alcances absolutos en la vida privada de los individuos (el “Gran Hermano”), si bien su idea era un totalitarismo de origen socialista. La diferencia está en el hecho de que Moore, con su antihéroe, propone la posibilidad del cambio a partir del individuo, contrario a Orwell, quien elimina por completo la esperanza de salvación o escape, sometiendo a sus protagonistas (Winston y Julia) a incontables vejaciones y torturas. Además, el pasado como un concepto representado por objetos producto de la cultura popular no tiene mayor relevancia en la obra de Orwell, para quién el pasado es la suma de información proporcionada por el gobierno y que se altera permanentemente de acuerdo a sus necesidades. El control de la información y de la memoria también existe en V for Vendetta, pero la existencia de “V”, como depositario de la cultura y las formas de comportamiento no estandarizadas, erradicadas por la guerra y no solo como la acción armada contra la tiranía, concreta la promesa de la renovación y retorno a la vida privada una vez disuelto el régimen actual.

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